domingo, octubre 28, 2007

Hijos noruegos

Leire está cada día más bonita, con su pelo nuevo rubito, sus ojos azules y su piel tan suave y blanquita. Todo normal si no fuese porque yo respondo al tipo “morenus tipical hispanitas”. Además, con sólo nueve meses, es casi la mitad de ¿alta? que yo. Vale que se puede parecer a su padre, a la mía o vete tú a saber qué rollo genético, pero he pataleado pataleado porque no se parece nada, nada a mí.
Hace dos semanas fuimos en avión a Fuerteventura y, en el aeropuerto, la señora de facturación me puso pegas:
- ¿Y cómo se yo que ese bebé es suyo?;
- Por el libro de familia;
- Es que no me vale porque no lleva foto.
Al ver al padre, que iba detrás, la señora dejó de hacer preguntas y nos dejó pasar a los tres.
En Fuerteventura, el hotel estaba lleno de abuelotes nórdicos que le hacían monerías a Leire y ésta, que al ver gente con el pelo blanco se pone de un simpático subido, les obsequiaba con su mejor ta-ta-tá. Entonces los señores rositas me hablaban en nórdico e incluso alguno me preguntó la nacionalidad del bebé. Estuve a punto de contestarle: “de Noruega, ¿no se nota?”. Y es que, en ese momento, me sentí como el cuento de Mihura ese que va de un matrimonio decente de Albacete que tiene 8 hijos y todos les salen noruegos.
Empecé a pensar en todos los niños de colores y en sus mamás a las que tanto amor y tantos papeles les ha costado tener niños de colores y me imaginaba a Leire jugando y riendo con los niños y en la suerte que va a tener de poder hacerlo. Llegados a este punto me siento muy feliz de tener una niña noruega aunque yo sólo podré enseñarle a hablar español.

2 comentarios:

Tobias dijo...

Traetela para acá y le enseñamos Suomi, que no será tan cool como el Noruego, pero cuela como idioma norteño.
Besos!
T

Meninjana dijo...

Esta entrada se me ocurrió cuando leí tu relación entre ser pelirrojo y el hombre de Neardental...