domingo, octubre 07, 2007

Mundo Pequeñito

Leire ha desarrollado verdadera destreza con sus dedos índices. Va con su manita de ocho meses buscándolo todo y me recuerda a mi madre limpiando lentejas cuando yo era pequeña.
Su dedo es su primer contacto con ese mundo tan desconocido para ella. Primero toca, luego viene lo demás. Gracias a su dedo descubre el “Mundo Pequeñito”.
El Mundo Pequeñito de Leire debe ser alucinante a juzgar por las caras que pone. De entre todo el suelo del salón descubre un minúsculo botón transparente que coge entre sus dedos triunfantes. Lo siguiente es intentar llevarse todo a la boca y lo último es la prohibición de los adultos. Pero ella no se desanima y sigue busca que te busca en su Mundo Pequeñito. Arranca césped con sus pincitas con uñas y descubre un trocito de hoja o incluso una hoja entera que suena si se la estruja. Descubre la gotita de puré derramada en la mesa y la convierte en un cuadro abstracto tridimensional. En su Mundo Pequeñito cualquier fisura en una costura puede convertirse en gran grieta y estoy segura de que si la condenásemos a cadena perpetua, cavaría un túnel a través de Mundo Pequeñito sólo con el dedo índice.
Con sus 6 dientes ríe con gruñiditos si gana una batalla importante como arrojar lo más lejos posible sus zapatos del 17 que se ha quitado con su dedito capaz de deshacer cualquier nudo marinero.
Me parece tan curiosa la percepción de tatagaga de Leire que su Mundo Pequeñito se vuelve grandísimo para mí que vivo en otro Mundo Pequeñito aunque mucho más feo.