jueves, diciembre 13, 2007

Ese amigo del alma

Cuando casi salía ya por la puerta del trabajo se me ha acercado mi compañero para decirme que me había colgado en la red un tema, “un temazo”. Como iba volada me lo he descargado en el ipod y lo he puesto cuando he entrado en el coche mientras arrancaba. De repente se me ha puesto el corazón como un ajo y casi me pongo a llorar. Esa canción pertenece a la “banda sonora de mi vida”. No consigo recordar como llego a mis manos ni donde la tenía grabada, seguro que en una cinta de varios heredada de mis hermanos mayores o creo que era la música que sonaba en un programa de radio. Sólo recuerdo que cada vez que la escuchaba me emocionaba hasta llorar. Exactamente como me ha pasado hoy. No se en que año la descubrí pero creo que me la ponía cuando estaba muy triste allá por el 92 para ponerme más triste todavía o por justificar de alguna manera la tristeza. Cosas que le han pasado a una. Lloraba por la muerte de un muy buen amigo. No sabía cómo se titulaba el tema ni de quien era.
Es curioso que hoy sigan emocionándome las mismas canciones, que me revuelvan las tripas los mismos sentimientos y que de cuatro cosas que tenía entonces claras en la vida, conserve hoy por lo menos tres.
Gracias a todos los que llenan de banda sonora mi vida. Que bonito rato he pasado escuchando la canción con el sol de invierno del centro de Madrid en la cara.
El tema es: “Ese amigo del alma” de Lilo Vitale Cuarteto. Gracias al músico también. Siempre gracias al músico.

De lo que te has perdido

Esta canción es de un cantante mexicano, aunque pongo la versión de las Azucar Moreno que son más canallas....Un consejo: "NO PASEIS FRÍO"...


De lo que te has perdido la noche de anoche por no estar conmigo
de lo que te has perdido, yo con tanto fuego y tu pasando frio
Romantica, anoche me senti romantica
no se si fue el brillo de la luna o la cancion que tu cantabas
Romantica,sintiendo como si volara
y hasta he llegado a imaginarme tu cabeza sobre mi almohada
De lo que te has perdido la noche de anoche por no estar conmigo
de lo que te has perdido, yo con tanto fuego y tu pasando frio
Romantica, anoche me senti romantica
tal vez la soledad del cuarto o el hecho de extrañarte tanto
Romantica,que lindo sentirte a mi lado
besarte mil veces los labios sintiendonos enamorados
De lo que te has perdido la noche de anoche por no estar conmigo
de lo que te has perdido, yo con tanto fuego y tu pasando frio

miércoles, diciembre 12, 2007

Agotada

Me siento. Por fin me siento y pongo la tele después de tantas horas sin parar. ¿Por qué vuelve a llorar?. ¡Pero si me acabo de sentar!. Que no llore. Que no llore más. Estoy agotada. Quito el sonido. Sigue llorando. Espera, espera. Se ha callado. Pongo el sonido. El tiempo. Mal tiempo. Chsss. Otra vez llora. No puedo más. Me levanto. Voy a su cuna. Está profundamente dormido. ¿Quién llora?. ¿Por qué lloro?.

jueves, noviembre 29, 2007

Polaroid

Salgo de trabajar de noche. Hace frío. Veo pasar a dos por delante. Cuchichean, discuten, se recriminan, se empujan. Parecen pareja pero puede que no, quién sabe. Son yonkis. Vienen de o van a. Se paran delante de una tienda de teles enormes, brillantes, poderosas. Ellos están de espaldas a las noticias, a las tertulias, a los concursos. El lleva colgando una riñonera. Ella una bolsa de tela enorme llena de cosas. En la bolsa está escrito: “Ferrovial Inmobiliaria”. Vaya. El semáforo cambia de color. Arranco y ya estoy pensando en otra cosa.

El síndrome de Espinete

¿No os pasa que os despertáis con alguna música en la cabeza, sin saber por qué y la tarareáis continuamente sin sentido?. Esta mañana venía por el VAO (vao-vao-chiqui-chiqui-vao-vao) oyendo al Francino, cuando caí en la cuenta de que llevaba bastante rato cantando una canción de la gran Orquesta Mondragón: “ponte peluca” (ponte la peluca YA). No sé porqué cantaba esa canción, pero volví a caer en lo que llamo “el síndrome de Espinete”. Es un fenómeno curioso que padece gran parte de la población española en la treintena y consiste en el recuerdo (con añoranza) de aquella infancia en los últimos setenta / principios de los ochenta. También vale la adolescencia en los ochenta (síndrome Rick Ashley?). He visto camisetas con estampados del bote del Cola-Cao, una tienda donde clikean cualquier foto (hacen cuadros de Cliks de Famobil), Fragels de peluche para bebés, el anuncio del mini: otro gasolinero es posible, otro mini también (el gasolinero es Coco). La gente con el síndrome de Espinete es muy graciosa de pedo porque siempre encuentran amigos momentáneos con los que tienen en común el propio síndrome de Espinete y así pueden pasarse horas con el: “¿te acuerdas de....?”.

Cuando me pasa, me acuerdo de mi amigo Camilo que padece el síndrome de Espinete de manera, digamos, severa. Esta mañana recordaba su ESTUPENDA boda con la ESTUPENDA Patricia (¿cómo ha podido tener este chico tanta suerte?). La invitación nos la presentaba Raffaella Carrá, los novios entraron en el salón con la música de Falcon Crest, abrieron el baile con Sabina y con Julio Iglesias/Diana Ross, había Polaroids y jarrones llenos de chucherías tipo PetaZetas, palotes, nubes, moras, etc. En cada mesa estaba escrito el nombre del bar de una peli o serie y no faltó Friends (aunque eché de menos mi favorita: Cheers) y mil detalles más. A lo que voy es que, en el baile, que duró un porrón de horas, sonaron casi todas las canciones de nuestra adolescencia. Pero no oí ninguna de la gran Orquesta Mondragón (en fin, pudo sonar a partir de mi tercera copa, en cuyo caso como que no me acuerdo....). A lo mejor lo que pasa es que, como yo tenía hermanos mayores, escuchaba música que no me correspondía y la Orquesta Mondragón es de otra generación que no es la mía. Como cuando nadie se acuerda del “soy mecánico en el jardín botánico” y me tengo que ir a beber absenta sola a un rincón, snif, snif.

Esto me crea un conflicto educacional, pues habrá que ver como le cuento esta noche el cuento de caperucita a mi hija sin que a ella le pase lo mismo. Y es que a mí lo que me sale es el “caperucita feroz”: yo lo que quiero es una noche sin finaaaaaaaal, en la que ambos nos podamos deboraaaaaaaaaaar.

martes, noviembre 27, 2007

Casi diciembre

Ya está decorado el barrio de Salamanca con las luces navideñas. Como cada año, las hay nuevas, de diseñador fashion, fashion. Me gustan las de puntitos que sobrevuelan miles de cabecitas corriendo. Me gusta ver a los vecinos de Maldonado saludándose en el mercado de la Paz mientras compran foie. Me gusta ver a las señoras de Valladolid con sus abrigos de pieles paseando por Velázquez y haciéndose fotos con las luces de fondo. Me gusta ver a los niños bien jugando en Colón, vestidos de Ortega y Gasset, qué frío algunos con pantalones cortos en diciembre. Me gusta ver a los ejércitos de bolsas doradas cruzar las puertas de El Corte Inglés con los bolsos amarrados al cuerpo a modo de escudo. Me gusta Serrano con sus tiendas protegidas por vigilantes que no pueden ni podrán permitirse ninguno de los artículos que enseñan sus escaparates. Me gustan los restaurantes de los bajos de Lista llenos de dependientes vestidos de estricto negro elegante. Me gustan los señores bancarios con sus corbatas de nudos enormes y gemelos brillantísimos disparando con las llaves las puertas sus coches limpios. Me gusta que ya no haya castañeras de guantes con muñones porque quedaba muy feo ver sus chabolillas humeantes entre tanto lujo y prosperidad.

lunes, octubre 29, 2007

Mojito en La Latina

La Latina los domingos está atestada de gente. Como todo el mundo viste con muchos colorines, rayas, rastas, piercings y tatoos de la última moda otoño/invierno, sirve de escaparte modernillo chupipandi.
Entre la algarabía encuentro a mi amiga que, por primera vez en quince años, llega puntual a una cita. Escogemos la “Angosta Taberna”, por tranquila y porque es mi preferida. - “No se puede estar triste hoy”, le digo, “a finales de octubre y, pinpan pinpan, estamos en una terraza tomando mojitos”. Ella está tristona y bebe café con leche fría. – “Ponte una minifalda y suéltate el pelo, morena”. Ella se ríe pero no sonríe, vaya, vaya...
Vuelvo en metro pensando en mi amiga. Veo una horquilla tirada en el suelo que alguien ha debido perder. Hay gente que se rasca mucho la cabeza y, claro, va perdiendo las horquillas. Llego a casa. Vaya, vaya...

domingo, octubre 28, 2007

Hijos noruegos

Leire está cada día más bonita, con su pelo nuevo rubito, sus ojos azules y su piel tan suave y blanquita. Todo normal si no fuese porque yo respondo al tipo “morenus tipical hispanitas”. Además, con sólo nueve meses, es casi la mitad de ¿alta? que yo. Vale que se puede parecer a su padre, a la mía o vete tú a saber qué rollo genético, pero he pataleado pataleado porque no se parece nada, nada a mí.
Hace dos semanas fuimos en avión a Fuerteventura y, en el aeropuerto, la señora de facturación me puso pegas:
- ¿Y cómo se yo que ese bebé es suyo?;
- Por el libro de familia;
- Es que no me vale porque no lleva foto.
Al ver al padre, que iba detrás, la señora dejó de hacer preguntas y nos dejó pasar a los tres.
En Fuerteventura, el hotel estaba lleno de abuelotes nórdicos que le hacían monerías a Leire y ésta, que al ver gente con el pelo blanco se pone de un simpático subido, les obsequiaba con su mejor ta-ta-tá. Entonces los señores rositas me hablaban en nórdico e incluso alguno me preguntó la nacionalidad del bebé. Estuve a punto de contestarle: “de Noruega, ¿no se nota?”. Y es que, en ese momento, me sentí como el cuento de Mihura ese que va de un matrimonio decente de Albacete que tiene 8 hijos y todos les salen noruegos.
Empecé a pensar en todos los niños de colores y en sus mamás a las que tanto amor y tantos papeles les ha costado tener niños de colores y me imaginaba a Leire jugando y riendo con los niños y en la suerte que va a tener de poder hacerlo. Llegados a este punto me siento muy feliz de tener una niña noruega aunque yo sólo podré enseñarle a hablar español.

viernes, octubre 19, 2007

Churritos de bombón

En plena hora punta, con la glorieta de Atocha atravesada por coches en todos sus puntos vitales, veo la fila de gente esperando al autobús, con las manos en los bolsillos,los hombros a la altura de las orejas, más delgados de lo que son. Casi no hablan y el que no fuma de verdad, fuma de amanecer con los ojos perdidos en un sueño pasado que no recordará más . La fila se encorva hacia un puesto que anuncia: “Churritos de bombón” que aunque apesta, calienta y eso se agradece. El dependiente silba a una chica rubia de ayer, de pantalones prietos con dos coronas bordadas en el culo, jersey de leopardo y zapatos de aguja dorados. Ella, indiferente, le cuenta a una compañera sus problemas con el turno, que no le pagan las extras y que ése se va a enterar cuando le pille y suelta un “coooñiio que frío” que me hace temblar y la sonrío por guapa mañanera y ella, que lo sabe, mueve con brío el paso y se pone rápido a la cola del bus para que nadie se le cuele. Menuda es.

domingo, octubre 07, 2007

Mundo Pequeñito

Leire ha desarrollado verdadera destreza con sus dedos índices. Va con su manita de ocho meses buscándolo todo y me recuerda a mi madre limpiando lentejas cuando yo era pequeña.
Su dedo es su primer contacto con ese mundo tan desconocido para ella. Primero toca, luego viene lo demás. Gracias a su dedo descubre el “Mundo Pequeñito”.
El Mundo Pequeñito de Leire debe ser alucinante a juzgar por las caras que pone. De entre todo el suelo del salón descubre un minúsculo botón transparente que coge entre sus dedos triunfantes. Lo siguiente es intentar llevarse todo a la boca y lo último es la prohibición de los adultos. Pero ella no se desanima y sigue busca que te busca en su Mundo Pequeñito. Arranca césped con sus pincitas con uñas y descubre un trocito de hoja o incluso una hoja entera que suena si se la estruja. Descubre la gotita de puré derramada en la mesa y la convierte en un cuadro abstracto tridimensional. En su Mundo Pequeñito cualquier fisura en una costura puede convertirse en gran grieta y estoy segura de que si la condenásemos a cadena perpetua, cavaría un túnel a través de Mundo Pequeñito sólo con el dedo índice.
Con sus 6 dientes ríe con gruñiditos si gana una batalla importante como arrojar lo más lejos posible sus zapatos del 17 que se ha quitado con su dedito capaz de deshacer cualquier nudo marinero.
Me parece tan curiosa la percepción de tatagaga de Leire que su Mundo Pequeñito se vuelve grandísimo para mí que vivo en otro Mundo Pequeñito aunque mucho más feo.

viernes, septiembre 14, 2007

SE ACABA EL VERANO

Se acaba el verano. Como cada verano.
Este año lo estoy viviendo en el BUS-VAO. Veo amanecer en la carretera según vengo a trabajar. Ya ha salido el sol, pero en la ciudad todavía no se han enterado. Sólo algunos vemos que ya es de día aunque en la nueva Castellana las nuevas grúas de los nuevos edificios de los dueños de siempre estén todavía en sombra. Dentro de unos días, cuando vayamos a trabajar en el tren, en coche o en autobús a la ciudad, será noche cerrada. Entonces se habrá acabado el verano. Como cada verano. Sólo algunos verán que es de día, en lo alto de las montañas. ¡Qué privilegiados!.

martes, agosto 28, 2007

PUNTO Y APARTE

Se levantó. Sin despedirse de nadie salió, cruzó dos calles, volvió, se sentó en una silla y no se movió más. Otra vez, le dijo a un amigo: “nos vemos pronto” y hasta hoy. Nunca daba besos de buenas noches. En una ocasión juró amor eterno y, por la mañana, desapareció con otra. No era un indeciso, ni un mentiroso. Le atormentaban los puntos y aparte. Tanto que, cuando quiso acabar su cuento, decidió no hacerlo, continuó escribiendo hasta agotar

viernes, agosto 24, 2007

CINCOMINUTEO

El cincominuteo es el primer gran momento del día. Despertarse de golpe es una desgracia que cierra repentinamente los sueños, ahí donde se hayan quedado, que nunca es donde uno quiere que acaben. Hoy me estaba escapando de clase de francés para hacer manitas en el coche. Vaya planazo. Suena el despertador. Ni estudio francés, ni tengo coche, ni siquiera existes pero, como canta Barry Adamson, that fool was me. Cincuminutear hace que corramos, crucemos la verja, dejemos las prácticas de clase sin hacer y por supuesto, de francés: rien de rien. Sólo cinco minutos. Listo. Me da tiempo a inventarme cualquier excusa para hacerte desaparecer de mi vida tan bonita y vuelvo a ser libre para empezar el día real, real, ¿real?.

miércoles, agosto 22, 2007

AGOSTITO

Un turista click click click hace fotos sin parar a todos los ángulos de la plaza.
Una gorda boing boing boing corre para coger el autobús. Pierde el autobús: me cago en la puta de oros. Mira a su alrededor y se arrepiente: taxi, taxi.
Buenos días, buenas, buenas. No tengo amigos hoy. Se fueron y no llamaron más. Yo tampoco llamé. Alguno se ha muerto. Otros se han hecho viejos. O no tienen pelo. ¿Quién queda a su lado? Tengo un caimán pero no es mío. Es suyo de sí mismo, pero parece mío de vez en cuando. Cuando quiere moscas. Vaya, vaya, no parece sencillo que encontremos solución a este problema. ¿Quién busca una solución?, ¿quién ha hablado de un problema?. No se ofenda, no se ofusque, no me martirice. Mire, mejor me bajo del coche, cojo la moto y me lanzo sin rumbo a lo desconocido y así me hago la libre. Ya, pero es que usted está muy gorda. ¿Sabe que le puedo denunciar por llamarme gorda?. Usted es gorda y eso es una verdad impepinable. Si quiere la llamo rellenita si me dice usted de que quiere estar rellena. Me quedaría con usted por simpático pero es que iba a la boda del hijo de un cantaor andaluz aquí en el Palace y tengo prisa. Uy que elegancia, que honor, que decrepitud. A que me voy. Corra, corra que pierde el autobús. No me amenace que no me bajo hasta el pino piñonero de la esquina, al lado de la manifestación de jubilados. Debe ser una manifestación muy pensada porque está llena de viejos. Nada, nada es sobre el futuro de las encinas en el paseo. Pues vaya gilipollez,. Ya le cuento. Los jubilados son más fáciles de manifestar porque tienen más tiempo y ganan puntos para la eternidad. A veces los mezclan con estudiantes y salen estadísticas muy chulas. Cuanto sabe usted de estadísticas. Es que en el taxi escucho mucho las noticias. Claro. Que bella melodía. Es “Zapateado”. Ya no se compone como antes. Desde luego que usted lo diga. Así se anima a cualquiera. Boing, boing.

jueves, enero 25, 2007

PIRAÑITA (CUENTO PARA LEIRE)

Trrrr viene Pirañita ñam, ñam, ñam
Todos los peces se esconden
Debajo de los barcos
Encima de la arena
Dentro de las cuevas
Entre las algas
Detrás de las piedras
Trrr viene Pirañita ñam, ñam, ñam
¿Por qué se esconden todos?
Pirañita nada con su boca abierta ñam, ñam, ñam
Por encima y por debajo de las olas, va, va, va
Buscando peces con los que jugar
Pero están todos escondidos
Que pena…Pirañita, no llores, ñam, ñam, ñam
Es que los peces no saben que sólo comes leche de mamá
Busca Pirañita ñam, ñam, ñam
Mamá ya viene
Qué rico, ñam, ñam, ñam

miércoles, enero 17, 2007

ÚLTIMAS IMPRESIONES DE MI EMBARAZO

Una vez tuve un novio que al irse a la mili (ejem… sé que esta anécdota delata muchas cosas, snif) escribió en su gorra: “todo acaba” y cada mes iba tachando una letra. Yo compartí con él todas las letras hasta que se convirtió en “Isaías me quedan días” y en “Lavadora me quedan horas”. Tachó todas las letras y tiró la gorrilla verde al aire cual “Oficial y Caballero”. Tiempo después le regalé otra gorra en la que ponía: “adios con el corazón este mensaje se autodestruirá en 20 segundos”, pero eso es otra historia.
La cosa es que yo hoy soy lavadora. Después de 9 meses, una semana y un día y, dado que esta bebita se ha pegado a mi cuerpo cual Garfield sonriente de peluche con ventosas, mañana por la mañana me programan el parto.
He intentado de todo para que no llegase ese momento y la naturaleza prevaleciese sobre el doctor House: he andado por el campo, me he ido de rebajas, he comido picante, me he insinuado picante (bueno, todo lo picante que puede ser una aceituna rellena de anchoa) e incluso he mantenido alguna conversación de más de dos horas con mi madre, pero nada… sigo sin parir. Al bebé le hemos dicho de todo para que salga sola (su padre a través del micrófono ombliguil), de lo que hemos aprendido la primera lección de ser padres: no nos va a hacer ni caso.
Con la autoridad por los suelos, mañana acudiremos al Hospital a ver como se nos da el temita. Después de haber aguantado tanto parto y tanta historia de tanta gente, mi cabeza tiene en este momento el tamaño de mi barriga por lo que mi coherencia deja mucho que desear. Estoy elaborando una lista de lo que me queda por hacer y una de cada cuatro actividades es “no olvidar pedir epidural” en varias acepciones: suplicar epidural, gritar epidural, sacar los dientes epidural, amenazar epidural…
A partir de mañana la naturaleza seguirá su curso y soy consciente de que todo este protagonismo del que he disfrutado durante todos estos meses se esfumará en unos pujos y/o unos puntitos y este bebé spiderwoman se convertirá, con su primer llanto, en lo más importante de mi vida. Curioso, cuanto menos.